...de la existencia

Imagina... aíslate de todo tu entorno.
Concéntrate y trata de vivir en tu mente y ante tus ojos lo que leerás.
Evita que el ruido te perturbe... concéntrate, no hay nadie contigo, tu universo personal se hace presente y estas sol@... no hay nada ni nadie... estas dentro de tu imaginación, dentro de tu mente. Sitúate justamente donde todo comienza desde cero en tus sueños, donde no hay nada. Ahí, sitúate en la nada.

De algún modo han pasado 10 años, estas en una casa, tu casa, vives con quienes quieres vivir, o vives sólo si así lo has decidido, la vida que llevas el día de hoy es simplemente un pasado muy lejano, hoy tienes otra vida completamente diferente pues has crecido, eres más adulto de lo que pensabas que podías llegar a ser.
Acabas de llegar a casa y te encuentras sólo, en tu mente abundan angustias, preocupaciones, estrés. Tratas de aliviarte acomodándote descalzo sobre unos cojines. Tienes el resto del día libre, el sol en su posición emite unos rayos que parecen naranjas, todo parece cálido, pero no lo es. Tienes frió y te acuestas; buscas una posición cómoda y lo más acertado es una posición fetal; el frío se apodera de tus pies y sientes en el rostro una atmósfera desconocida. Tus ojos pesan enormemente, te despides de la realidad sin darte cuenta y en un segundo vuelves a abrir los ojos dándote cuenta que han pasado alrededor de 3 horas. Todo esta más tranquilo que hace unas horas, sin embargo la luz no ha desaparecido por completo, aún hay rayos suficientemente amarillos para creer que la noche no ha llegado y sientes que estas fuera de lugar. Al levantarte el frío se hace consciente pues el piso esta aún más frío que tus pies.

Tomas asiento en una silla del comedor. Quisieras tener el hambre suficiente para levantarte y comer, pero a pesar del hambre no lo haces. Tu cabeza esta perdida.

Estas pensando... ¿en qué estabas pensando?... en un suspiro lo olvidaste. Es molesta esa sensación de querer recordar lo que pensabas... ¿cómo es posible que te hayas robado tú mismo tus pensamientos?... ¿no querías pensar en eso?

Un vaso de agua te hace sentir mejor y mientras te acomodas en la sala, el tiempo parece detenido, estas sol@ y no hay nada a tu alrededor que te demuestre que en este mundo hay vida. Silencio absoluto. Solamente tu cabeza emite ruido, el ruido que hace cuando piensas profundamente. Tienes la sensación de que tienes un propósito, pero... no lo sabes... ¿lo olvidaste? Propósito ¿para qué?

Pasaste años de tu vida leyendo, escuchando, aprendiendo todo lo que estaba a tu alrededor, cuentos para niños, programas educativos, caricaturas, literatura escolar, instrucciones, nombres, revistas, periódicos, noticias, canciones en el radio. Has aprendido a expresarte con los que te rodean... y... ¿contigo mismo? Sabes que quieres el morado y no el verde, que necesitas comer, que decides dejar de hacer algo, pero... no alcanzas a comprender qué haces en tu vida. Lees para saber lo que esta escrito, escuchas para conocer lo que el sonido transmite, razonas para resolver problemas... a todo le has encontrado un propósito, simple, directo; amas porque eres feliz, lloras de felicidad o de tristeza, caminas para transportarte... así, sin más... y al final, juntando todas las actividades que realizas y puedes hacer, el propósito es seguir adelante... viviendo.

No porqué, ni cuándo... tampoco cómo... ¿para qué vives?

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy interesante este texto y la pregunta...simplemente es la pregunta del millón...q hoy trato de descifrar, paraeciera q tngo la respuesta, pero en 5 segundos pareciera q ya no lo sé...en ese camino anduve ayer, ando hoy y andaré mañana...m molesta seguir la corriente...m molesta la presión...