Fe

A ti, mujer que te veo sin fe.

A veces, cuando sueño despierto, que la mirada se pierde y no veo ya lo que ven mis ojos sino lo que mi mente dicta… lo deseo tanto y tanto lo deseo, que tal vez… chance y no más… hay un momento que estoy seguro que esta a punto de pasar… de lograrlo, tan solo con pensarlo… por un segundo creo ver que puede suceder.

Ese insignificante momento bautizado segundo, hace que la espera valga la pena.

Cuando... ya no estas

Duele ver que hay sartenes limpios que no usaste, duele el estomago que se llena únicamente de las porquerías que atino injerir.

El sabor de tu ausencia se hace pasar por lo más desagradable... desde el óxido de un resorte que probé cuando niño, pasando por un fastidioso papel que masticaba para jugar... recordando los tickets de camión, el despertar de una siesta sabiendo que no estas, no estarás.
Hasta sabes que en mis zapatos esta el olvido

Repentinamente mis ojos acceden al cuadro de parejas en la calle paseando de la mano, abrazados en el parque... el recuerdo de un beso, un abrazo en la obscuridad... ahí van saliendo juntos del cine, ahí aparecen frente a mí lo que antes ni veía, porque no envidiaba.

Cuando... uno anda solo

Las mañanas con tanto sol, sin tantas esperanzas de mirar… te, las manos ardiendo por el desierto, pero heladas de tu presencia.

Las melodías que desencadenan un escalofrió por la médula, hasta el cerebro… que recuerda que no estas.

Por más que uno busca en el refri… incluso en el congelador… uno se da cuenta que no hay recipiente alguno que pueda guardar caricias, besos y compañía, por más dulces y hermosos que hayan sido. El cerebro no lo recrea igual.

Así… andando uno solo, el tiempo se pierde, parece extraviarse en… algún lugar… como que se te esconde mientras lo quieres encontrar. Sientes que hasta duele darse cuenta la cantidad de minutos que han pasado mientras te acompaña la soledad.

Duele ver el celular, duele pensar…te, igual que recordar…te, viendo la maleta y los pasajes; hoy frené en seco y… volteé a mirarte… galaxias distintas.

...de la Globalización

En Japón o algún lugar del mundo justo del otro lado de donde me encuentro ubicado… debe estar saliendo el sol… no, creo tal vez es el atardecer… de cualquier modo… justo del lado contrario de la tierra habrá gente gozando de la vida, sonriendo muy felices… sintiendo la felicidad en su corazón… y el mía, mi corazón… me duele.

En el mundo entero en este preciso momento nacen miles de bebés… otras miles de personas mueren… hay quienes están nadando, aventándose de un paracaídas… aprendiendo a manejar, suicidándose… leyendo, amando, besando… no hay actividad que en este momento no se este realizando en la tierra… y mi corazón, me duele.

En el universo... soy una pequeña y diminuta parte... Dios, todos somos Dios... no busquen más, solo entiéndanlo, somos Dios todos nosotros... las galaxias... las estrellas, el vacío... los hoyos negros... las tormentas en otros planetas, la vida escasa en ellos... la energía del sol... sí, tú y yo estamos unidos al radiante sol, ese que nos quemaría en menos de lo que piensas, ese calor que compone al sol, es parte de nosotros... soy una pequeñita parte de una célula del cuerpo de Dios... y mi corazón me duele.

Célula… eso quiere decir que estoy vivo… para mi desgracia soy una partícula negativa en el cuerpo de Dios… hoy… en este minuto hora y vida, me tocó formar parte de un tumor cancerigeno nada buen en el cuerpo de Dios... sí, también entiéndanlo, Dios es tan perfecto y nos hizo a su semejanza, él también enferma, él debe someterse también a un equilibrio… mientras tanto, mi corazón se queja.

Y yo… queriendo tocar la Luna…

...del mundo

Los deliciosos rayos del Sol se entrelazan con el tiempo y su interminable existencia.

Entre blanco y amarillo, directo a los ojos, con un azul tan hermoso rodeándolo todo en el cielo, el aire fresco como lo es en las mañanas.

Escuchar a los árboles platicar en su idioma sin interrumpir el de los pájaros que han despertado también.

Pensar que se nos esta yendo de las manos, los niños que hoy ríen y crecen no tienen la dicha que tuvieron nuestros ancestros de una naturaleza menos "humana".

Debió ser espectacular despertar en el campo, viendo crecer el Sol entre montañas, árboles y nubes, rodeado de pasto, flores, el aroma de un aire limpio, convivir con animales en paz, ver crecer y divertirse a tus hijos entre tanta bondad, entre la naturaleza.

GreenPeace, activistas, protestantes ecologistas y demás.... hacen su esfuerzo pero es inevitable, la humanidad es así.
Si hubiera una forma de salvar todo y disfrutar de un anochecer sentado fuera de casa, en el patio, con tu hijo, casi dormido, sonriendo por tu presencia, un futuro tranquilo... correría el riesgo.

Amo este planeta, y no le deseo más que bien, de algún modo pondré mi granito de arena, yo sí te quiero naturaleza, universo, que bonito eres... ¡gracias!