Mostrando las entradas con la etiqueta madre. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta madre. Mostrar todas las entradas

...del ego v2.0

No creí que fuera yo a postear una segunda versión de esto, pues hace tanto de la primera vez que ya había yo perdido la costumbre.

Estaba yo hoy en el DF, iba yo en el coche, manejando... ya saben ¿no? bien mamila acá con lentes obscuros, andaba yo faroleando con mi barba de candado que ya cierra más que antes... para esto han de saber que desde morrillo siempre había querido tener barba de candado y ya se me esta haciendo, en fin... iba yo bien pipiripau* arregladito porque me dirigía a tramitar mi licencia de manejo y pues, ya saben ¡hay que salir bien a las de acá para la foto!.... y más que ahora será PERMANENTE (chido chido ¿no?). Total que me tocó el alto y pues OBVIO me detuve, y ahí andaba yo en la lela viendo a ver qué veía (eso me sonó a pleonasmo, pero bueno, se oye perrón ¿no?), y de repente que volteo a mi lado izquierdo y un par de nenas (que la verdad no estaban NAAADA despreciables por ningún lado) que estaban hasta el otro lado de la avenida, que me dicen -ADIOS- con las manitas... obviamente, JAMÁS me imaginé que fuera a mí, así que ni las pelé, me dije a mí mismo -Ps obvio que le están diciendo a un güey de atrás y ahí voy a estar yo como tarado respondiéndoles el saludo que no es para mi ¿no?, ¡NEL!- total que miré el semáforo a ver si ya me tocaba avanzar y no, aún seguía para rato, total que volteo de nuevo hacia donde estaban el par de chicuelas y de un modo más efusivo que vuelven a decir adiós, pero ya a manotazos, y acto seguido a señas también me decían -sí tú, el de lentes, ¡adiós!-, y yo así de -Ah ching... ¿YO?-, ya hora sí apliqué la de voltear a ver si algún otro tipo traía lentes... pues no, total que volteo de nuevo y para especificar más todavía, me imitaron -sosteniendo el volante de'a mamila con la derecha y la izquierda sobre la puerta, de lentes ¡si tú! ¡adiós! (beso volado)-, ya a esas alturas seguramente por la distancia no lo notaron, pero sentí como toda la sangre de mi cuerpo se concentraba en mi cara y nomás atiné a sonreír y menear tímidamente la mano contestándoles "el saludo".

Eso fué lo más relevante y satisfactorio del día, pues toooooooodo el día me la pasé en el trinche tramite de la licencia y para acabarla de amolar, amanecí enfermo de la garganta y con algo de gripa (o gripe, la neta no sé cuál sea correcto y no tengo ganas de investigar ahorita).

Me di cuenta cómo aún podemos ser una bola de escuincles cuando sacamos la licencia, pues cuando estamos esperando turno y mientras estamos en el trámite, tenemos la cara toda laaaarga larga y de que ni me mires porque me gasto, pero eso sí, desde que eres el siguiente en la fila para tomarte la foto ya la sonrisota empieza a salir, y revienta cuando escuchas tu nombre y te dicen -atrás de la línea por favor y viendo a la cámara entre mis dedos-, la toman, firmas, pones huella y esperas impaciente que te nombren para entregártela; escuchas tu nombre y deslumbras a todo mundo con el destello que te emana pues te están entregando tu licencia después de horas y horas de esperar, te le quedas viendo mientras caminas y la guardas prometiéndole cuidarla mucho y no gastarla y pasar años y años con ella (claro, al mes ya no es novedad y te vale).
Aunque suene mamila, yo el día de hoy fuí el único adulto ahí, y aclaro que no fue por gusto, sino por malestar, pues tooooodo el día traje cara por la espera y por el cuerpo cortado y cuando me entregaron la licencia, mi cara fue de -sale ahí se ven bola de ... yo ya me largo de aquí-, admito que hubiera preferido salir hasta brincando de alegría a estar con este malestar general.

Total que de regreso pasé a casa de mi mamita (ando chiqueado ¿y qué?) a que me drogara, me chuté un par de pastillas y vitamina C efervescente, pasaron como 20 minutos y empecé con hambre, total que terminé con 1 maruchan y 4 sandwiches (también conocidos como changüichs), y mi jefa me contó de uno de los clásicos y jocosos dichos de mi abuela "el que traga y mea, que el diablo se lo crea"**... (wtf!?), el chiste es que me atasqué de lo lindo y pasados unos 10 minutos después de comer, vino el bajón de nuevo, y ahorita que estoy en mi casa, mejor ya me voy a dormir, a ver qué tal amanezco mañana.

Pero eso sí, me voy bien contentote por la sonrisota que me lanzaron las 2 chamaconas... con lo cuál queda 1 vez más demostrado que soy I-RRE-SIS-TI-BLE, pues aún enfermo y con cara de gripa, ando cosechando suspiros por la calle.

*dícese de un güey que se siente, viste, ve y anda en extremo galán (al menos según él).
**"no te hagas güey, si de verdad te sintieras tan mal no estarías tragando como pelón de hospicio".



(Por cierto, prometo no volver a salir sin cámara para captar ese tipo de detalles que le alegran a uno el día).

...de mi

Hace unas horas me descubrí arrastrando los pies al caminar... hacía mucho que no lo hacía... recuerdo muy bien las palabras de mi mamá "No arrastres los pies hijo", "Ay ya no sé qué hacer con este niño, todo le da flojera, hasta caminar le da flojera".

Recientemente he intercambiado opiniones acerca de gente que se encuentra deprimida y me he topado con muchas coincidencias de lo que viví hace algun tiempo; que esa gente presente los mismos comportamientos que yo tuve... me hace dar cuenta simplemente que mucho tiempo he estado deprimido y no lo sabía, creí que eso era normal.

Desde qué edad y porqué motivo no lo sé, pero desde muy pequeño vivia deprimido, quizas por ese y otros cuantos motivos dejé atrás a mucha gente que aprecio... los dejé en el olvido, los lastimé, los ignoré, preferí alejarme, los hice sentir mal o simplemente decidí hacer ya como si no existieran ni hubieran existido... y así una y otra vez. Les puedo asegurar que muchos de los que leen aquí se identifican con esas caracteristicas... porque he venido haciendolo desde hace mucho. En la primaria, en la prepa (en ambas), en la universidad seguí ignorando y desconociendo a quienes me hacían sonreir y tiempo después me olvidé de otros cuantos que conocí. Desde pequeño me olvidaba también de gente que no conocía por la escuela, llevo años sin ver a gente que jamás creí poder abandonar de ese modo. Todos ustedes, a todos los que se sientan idenificados les extiendo una sincera disculpa, y no mencieno sus nombre porque la lista es enorme y no quisiera darle más importancia a unos que a otros, pero sí comprenderan que:

Madre, siento mucho tener que haberte hecho pasar por las travesías que pasaste y sigues pasando de cuando en cuando.

Padre, has de cuenta que soy otro de esos tantos y enormes retos que te ha tocado vivir. Aprende a buscar un buen objetivo conmigo, no solamente el que tú crees correcto, sino el correcto.

Carnaval, chale caon... la regué y pues ni modo, ya ni cómo corregir lo que pasó, trato mejor de hacer mejor lo que vendrá.


Aunque mi corazón late últimamente con más alegría, hay ratos en los que nos ponemos a recordar lo que fue y no entendemos, no encontramos un porque a mi ser, pero buscamos un mejor ser… para ser.

Y es que este mundo es tan grande y nosotros tan pequeños… y somos tan grandes en nuestros mundos que el mundo sería insignificante sin el nuestro propio.

Y aunque me gustaría asegurarles que ahí estaré para todo aquel que me necesite, aún no puede ser así. No niego que tienen mi apoyo, pero no me pidan que sea cuerdo cuando es lo que trato por mi mismo. No me pidan tiempo que no me dedico ni a mi mismo. Sería muy feliz si les hubiera dedicado el tiempo que se merecen pero no fue así y no hay nada que hacer, nos la jugamos ustedes y yo, las cosas no resultaron como hubiéramos deseado, pero aquí seguimos, yo escribiendo y ustedes leyendo.

Espero sigan leyendo por mucho tiempo más. Mientras tanto, ¡Gracias!